El 10 de junio de 2023 se inauguró el nuevo complejo de Cantine Lunae, propiedad de la familia Bosoni, viticultores con sesenta años de historia famosos por la excelente elaboración del Vermentino de Colli di Luni.
El resultado consta de cuatro volúmenes construidos desde cero para un total de cinco mil metros cuadrados y es fruto de cinco años de planificación y siete de construcción, con una inversión de nueve millones de euros.
La idea principal que guió el proyecto fue la creación de un espacio refinado y funcional que pusiera de relieve la relación inseparable entre el hombre y la naturaleza.
De hecho, el edificio no se aparta de esta última en cuanto a color y volumen, tendiendo a incorporarla, en la medida de lo posible, bajo tierra.
La elección de los materiales también sigue esta aspiración, dando cabida al acero corten con sus matices cambiantes, a la piedra y a la madera laminada en los techos.
Los grandes ventanales desde los que se asoma la naturaleza reflejan los ambientes interiores y exteriores según el punto de vista y mezclan espacios representativos y de trabajo, transportando al visitante a entornos híbridos y al trabajador al centro del escenario.
La luz natural se diseñó para resaltar las líneas de la arquitectura contemporánea y todos los detalles materiales que describen la sinergia entre la tierra y el vino.
Para ello, se crearon simulaciones de «vegetación subterránea» con troncos de aliso, terrarios, vides y proyecciones de imágenes y sonidos de la actividad del agricultor en la realización de las principales operaciones en el campo.
Las conexiones abiertas materializan así el deseo de la comunidad de combinar arte y producción concreta, sin dejar de ser discretos y respetuosos con el entorno.
SVC Winery Project en el diseño de la parte enológica también ha seguido este concepto insertando barricas de roble y ánforas de cerámica en la sala destinada a la crianza en madera y disponiéndolas de forma que faciliten las operaciones de trasiego y el posible flujo de visitantes.
Las áreas técnicas y los laboratorios se han diseñado para maximizar el bienestar de los trabajadores y están equipados con la mejor tecnología del mercado.
Toda la maquinaria y las herramientas se han elegido con el objetivo de elevar el perfil de los vinos y optimizar el rendimiento laboral de los empleados, como los 60 depósitos de acero con control de temperatura que permiten fermentar según las características de las variedades de uva y los vinos.
La gestión de la temperatura para la decantación del vino está ampliamente garantizada por el sistema geotérmico con sondas horizontales en el sótano, el sistema fotovoltaico y la elección de paneles con un elevado coeficiente térmico.
Con sesenta y cinco hectáreas de viñedo, subdivididas en pequeñas parcelas, y una producción de unas 500.000 botellas, Cantine Lunae invierte así en un futuro sostenible y es uno de los productores de vino más importantes de Liguria.
